EL ORIGEN
Entrevista con Nieves Mesón, bióloga, escritora y creadora del Kii
¿Qué aporta este juego, en relación a otros de características similares?
Las preguntas de este juego te hacen bucear hacia lo más profundo de ti mismo.
Decía el cineasta David Lynch: Las ideas son como los peces.
En superficie encuentras peces pequeños. Pero si quieres atrapar un pez grande debes hacer un viaje a las profundidades. Allí las ideas son más poderosas, abstractas, puras y hermosas.
Esa es la intención del juego. Y este hecho está relacionado con el corazón.
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Se ha descubierto que el corazón posee más de cuarenta mil neuronas.
El corazón no es solo una simple bomba que irriga sangre, sino un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir y procesar información.
Se sabe que existen dos tipos de frecuencia cardiaca:
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una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos.
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la otra es desordenada, con ondas incoherentes y aparecen cuando la persona tiene miedo, ira o desconfianza.
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Las preguntas del Kii tienen la capacidad de establecer el primero de los dos tipos de frecuencia cardiaca: la frecuencia armoniosa, que no suele estar activada.
Una partida de Kii provee el espacio adecuado para lograr dicha activación.
¿Qué tienen de especial las preguntas de este juego?
No son en absoluto predecibles.
Son inteligentes, divertidas, interesantes…
Algunas son geniales, otras provocan asombro.
Ninguna te deja impasible.
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Todos poseemos un mundo íntimo, rico en matices, que no tenemos la ocasión de compartir habitualmente.
Las preguntas de este juego nos permiten hacerlo. Nos dan la oportunidad de comunicar anhelos, fantasías, vivencias especiales…
El juego Kii nos brinda la oportunidad de concretar todos los pensamientos abstractos que tenemos en la cabeza y compartirlos con unos oyentes que nos dedican su tiempo y su atención.
Gracias a las características del juego, vamos a ser escuchados con respeto.
Y esta experiencia, realmente gratificante, va a tenerla cada uno de los participantes.
Te permites decir lo primero que llega, aunque sea simple, o demasiado complejo, o loco o absurdo… y puedes detenerte y pensar… mientras los demás escuchan, sin interrumpir. Es muy importante el hecho de no interrumpir, quiero insistir mucho en este hecho.
Se produce, de este modo, una escucha activa, se mantiene el contacto visual, el cuerpo dirigido hacia el que habla.
Todo ello provoca una poderosa fuente de motivación.
Nos cuentas que no es un juego de competición, entonces ¿nadie gana?
No, no es un juego de competición. No hay tensión emocional por la posibilidad de ganar. No hay tensión creativa por el ansia de ejercitar alguna capacidad o destreza.
En el Kii se produce una gratificación inmediata por el hecho de ser escuchado mientras uno habla de sí mismo.
Los investigadores Diana Tamir y Jason Mitchell han diseñado una serie de experimentos cuyos resultados muestran que al pensar en uno mismo se activan el núcleo accumbens y el área tegmental ventral en el centro
del cerebro, ambos involucrados en el circuito de recompensa: conjunto de neuronas que desempeñan un papel fundamental en la motivación, el placer y la valoración afectiva.
Dichos autores afirman que ambos centros se activan, en especial, cuando los acompañantes escuchan las respuestas.
Observaron que hablar de uno mismo resulta más gratificante que hablar de otras cuestiones.
Hablar de uno mismo activa los mismos circuitos de gratificación en el cerebro que el sexo y la comida, según demuestra una investigación presentada por psicólogos de la Universidad de Harvard (EE.UU).
Por lo tanto, este juego no posibilita ningún fracaso.
Todo participante tiene, en cada encuentro, la increíble oportunidad de ganarse a sí mismo.
¿Es divertido jugar al Kii?
Es divertido y también interesante, emocionante, a veces conmovedor…
Las preguntas están divididas en cinco categorías. No ha sido una clasificación hecha al azar.
El juego ha sido testado durante varios años y podemos asegurar que estas cinco categorías abarcan todos los temas que pueden interesar, divertir o conmover a todo el que participa de la experiencia.
La autora Anaïs Nin escribía: “la jaula está abierta, pero no sé volar”.
El juego Kii es una divertida y estimulante escuela de vuelo.